Preocupante estudio revela fuerte caída en la satisfacción personal de adolescentes en Chile: 3 de cada 4 presenta síntomas de ansiedad o depresión

La cuarta ronda de la Encuesta Longitudinal de Primera Infancia (ELPI), publicada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, entrega un diagnóstico crítico sobre el bienestar emocional de jóvenes entre 14 y 18 años. El estudio muestra que los niveles más bajos de satisfacción se concentran en dos dimensiones clave: la relación con su propio cuerpo y consigo mismos.
A través de la escala de bienestar BMSLSS, que evalúa satisfacción familiar, escolar, personal y comunitaria con notas de 1 a 7, la encuesta evidencia una tendencia transversal: en todos los ítems las mujeres reportan niveles más bajos de satisfacción que los hombres. Además, esta brecha se mantiene cuando se analiza por quintil socioeconómico.
Uno de los resultados más preocupantes aparece al medir satisfacción con el propio cuerpo. Los jóvenes califican este aspecto con un promedio de solo 4,7 puntos, la cifra más baja de todo el instrumento. La tendencia coincide con estudios internacionales que muestran un deterioro sostenido en el bienestar adolescente durante la última década.
A nivel global, el informe PISA muestra una caída constante en la satisfacción vital promedio de los estudiantes de 15 años: de 7,4 puntos en 2015 a 6,7 en 2022. La OCDE advierte que el tiempo de exposición a pantallas y redes sociales, junto con el aumento del ciberacoso, puede influir en este fenómeno.
La ELPI también evidencia un escenario complejo en salud mental. Según el estudio, 3 de cada 4 jóvenes presentan síntomas de ansiedad o depresión. De ellos, un 48% reporta síntomas leves, un 18% moderados y un 9% severos. Las diferencias por género son significativas: las mujeres tienen el doble de probabilidad de presentar síntomas severos en comparación con los hombres.
El informe sostiene que las brechas de salud mental son estadísticamente significativas y muestran un deterioro especialmente marcado en mujeres adolescentes, lo que refuerza la necesidad de abordar con urgencia políticas de acompañamiento y prevención.
