Petro desafía a Trump y reabre vuelos con Venezuela: tensión aérea sacude la región
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó restablecer el servicio aéreo civil con Venezuela tras rechazar la advertencia del mandatario estadounidense Donald Trump, quien afirmó que el espacio aéreo venezolano permanecería cerrado en su totalidad en medio de la creciente tensión entre Washington y Caracas.
Petro sostuvo que Estados Unidos no tiene facultades para cerrar el espacio aéreo venezolano y afirmó que esa decisión solo puede aplicarse a aerolíneas propias, no a las del resto del mundo. El mandatario colombiano llamó a la comunidad internacional a mantener la conectividad aérea y a privilegiar el diálogo frente a la escalada diplomática.
La situación se desarrolla mientras aerolíneas como Wingo, Satena, Copa Airlines, Boliviana de Aviación, Avior y Conviasa continúan operando en Venezuela. Paralelamente, Aeronáutica Civil de Colombia señaló que el espacio aéreo del país vecino permanece abierto y operativo, descartando restricciones para la navegación civil.
El debate tomó fuerza luego de la advertencia emitida por la FAA de Estados Unidos el pasado 21 de noviembre, donde pidió extremar la precaución al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe por un escenario considerado potencialmente riesgoso.
En las últimas horas, Iberia y Air Europa anunciaron la suspensión temporal de sus vuelos a Venezuela por razones de seguridad, mientras Latam Colombia paralizó sus conexiones tras la suspensión de su permiso de operación por parte del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), decisión que mantiene detenida la ruta Bogotá–Caracas.
Petro insistió en que el cierre del espacio aéreo venezolano sería una medida “completamente ilegal” y solicitó a la OACI convocar una reunión para revisar el alcance de las declaraciones de Trump, asegurando que ninguna aerolínea debe acatar órdenes que desconozcan la soberanía aérea de un país.
Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela se han intensificado desde agosto, tras el despliegue militar ordenado por Trump en aguas del Caribe, operación que Caracas considera una amenaza directa a su estabilidad política.
