Josefina se tiró a la piscina: de scout a Miss World Chillán
Con más ñeque que miedo, la chillaneja Josefina Weitzel, estudiante de Periodismo en la Universidad del Desarrollo de Concepción, decidió pegarse el salto y competir en Miss World Chillán. Y no, no lo hace por la corona ni la banda: “No busco un título, busco crecer como persona, valorarme e inspirar a otros a atreverse”, soltó sin pestañear la futura reina.
La Josefina viene con historia. Desde chica, el papá le metió en la cabeza que ayudar al resto es cosa seria, mientras que la mamá le enseñó a conectar con las personas. En su corazón guarda un lugar especial para su “nonita” —que ya no está— y para Dios, a quienes reconoce como pilares fundamentales.
No todo ha sido color de rosa. Vive con disautonomía, una condición que le ha traído más de una pelea con su salud. Pero ahí está ella, firme como roble, con años de experiencia como scout, aprendiendo a trabajar en equipo, liderar y, sobre todo, a no rendirse cuando la cosa se pone cuesta arriba.
En la pasarela, la chiquilla quiere ir más allá de la sonrisa y el vestido bonito: pretende visibilizar causas relacionadas con la salud mental y física, usando lo que sabe de comunicación para motivar y demostrar que con resiliencia y fe, se puede salir del hoyo.
“Desde pequeña he querido colaborar con la comunidad y aportar donde pueda. El ambiente en Miss World es cercano y lleno de energía. Cuando se tiene fe, amor y compromiso, todo es posible”, remató Josefina, con la mirada fija en su meta.
Así que ojo, porque en esta versión del certamen no solo habrá glamour: también se viene un mensaje potente y una historia de esfuerzo que promete robarse el corazón del público.
