Empresarios le bajan la cortina a la cárcel en Quilmo
El debate por dónde meter la nueva cárcel regional sigue más enredado que fideo en sopa. Esta vez fue la Corporación de Adelanto y Desarrollo de Ñuble (CorÑuble) la que salió a pegar el grito en el cielo contra la idea de instalar el penal en terrenos militares de Quilmo, a las afueras de Chillán Viejo.
Ricardo Salman, timonel de la entidad, dijo que está bien que el Gobierno se la juegue por sacar la cárcel del centro de Chillán, pero “este traslado tiene que estar bien estudiado y no puede ser en un lugar donde los vecinos se van a oponer”.
Según el dirigente, el predio del Ejército no da el ancho. “Vemos difícil la compatibilidad de centrar ahí dos sectores, además de las comunidades cercanas. Los nuevos penales se han levantado junto a la Ruta 5, con mejor acceso y lejos de los barrios”, disparó.
CorÑuble igual reconoce que urge un penal nuevo, pero advierte que se deben hacer las cosas con cabeza fría. “Se van a invertir 70 u 80 millones de dólares y esa plata debe ir a un terreno que garantice seguridad, accesibilidad y armonía con la gente”, recalcó Salman.
Además, defendió que el Ejército no puede quedar a la deriva. “Estamos de acuerdo con que la cárcel se quede en Chillán, pero Quilmo no es el lugar indicado. Necesitamos mantener la institucionalidad del Ejército con su historia en Ñuble. No podemos trasladar al Ejército”, cerró.
Con esto, CorÑuble se suma a las voces que ya ven con recelo la alternativa de Quilmo, mientras el Ministerio de Justicia y Gendarmería siguen sacando cuentas para definir el terreno que, al paso que vamos, se está volviendo más polémico que partido clásico.
