A 15 años del 27-F: Liceo Industrial de Chillán sigue funcionando en containers de emergencia

Quince años han pasado desde que el terremoto del 27 de febrero de 2010 destruyó gran parte del Liceo Industrial de Chillán.
Desde entonces, sus estudiantes y docentes siguen trabajando en salas modulares de emergencia, sin que hasta ahora se concrete su reconstrucción definitiva.
“El liceo llegó a tener 1.300 estudiantes, hoy somos cerca de 400”, lamenta el profesor Javier Aravena.
Explica que el proyecto de reposición está diseñado, pero aún espera observaciones técnicas en la Dirección Regional de Arquitectura.
La obra depende del Ministerio de Educación y autoridades de Ñuble. “No queremos que este colegio muera”, enfatiza.
La situación también preocupa a apoderados. Berta Suazo, madre de un estudiante, denuncia que “los alumnos pasan frío en invierno y calor en verano, llevamos más de diez años esperando, nos cansamos de reuniones que no avanzan”.
Reclama que la actual infraestructura no es digna ni adecuada para una comunidad escolar vulnerable.
Desde el centro de alumnos, Tamara Vallejos describe que pese al cariño por su colegio, las condiciones son duras.
“Queremos que este lugar sea seguro para formarnos como técnicos profesionales. El sostenedor nos apoya, pero falta que las autoridades respondan”, afirma.
El establecimiento, administrado por la Universidad Tecnológica Metropolitana, ha intentado mitigar los déficits con climatización en las salas.
Sin embargo, la comunidad educativa insiste en que eso no basta: exigen voluntad política para dejar atrás los containers y construir el liceo que Chillán les debe.